sábado, 10 de enero de 2015

155 AÑOS DE LA SIEMBRA DEL GENERAL EZEQUIEL ZAMORA

155 AÑOS DE LA SIEMBRA DEL GENERAL DEL PUEBLO SOBERANO EZEQUIEL ZAMORA

Dentro de la memoria del pueblo venezolano siempre se ha recordado a Ezequiel Zamora, quien queda en la historia como un gran revolucionario, valiente y con mucho ímpetu. Zamora simboliza, como ningún otro prócer de nuestro país, la igualdad social y la insurrección armada para lograr esa igualdad, esa justicia entre todos los venezolanos. Ezequiel Zamora, es el gran líder y caudillo que impulsó la democracia de nuestro país y el trato justo hacia toda la clase humilde y campesina del pueblo venezolano.


El caso del General Ezequiel Zamora es muy emblemático. Hay que verlos desde dos aspectos diametralmente opuestos: primero como luchador social y luego como militar en acción. Nace Zamora en Cúa, Edo. Miranda, el 1ro de febrero de 1817. Era hijo de Alejandro Zamora y de Paula Correa. Recibe rudimentaria instrucción en una zona rural, aún convulsionada por los estragos de la guerra de independencia. Los estudios primarios los finaliza en Caracas y al lado de su cuñado, el alsaciano Juan Caspers, se entera sobre la situación política en Europa, lo cual en cierta forma, marcarán su destino futuro. Es el abogado José Manuel García, vinculado a su familia, quien le inculca conocimientos sobre filosofía, historia universal, fundamentos de derecho romano y los principios de igualdad y de la necesidad de implantarlos en Venezuela. Pronto, Zamora se establece en Villa de Cura, Aragua, y funda una tienda de víveres. El éxito le acompaña y expande su comercio en lo relativo al menudeo de reses, caballos y productos agrícolas, en las localidades de Cúa, San Francisco, San Juan, San José, El Pao, Calabozo y el Apure.


La situación política del país es alarmante. Hay enfrentamientos entre los descontentos y el gobierno, cuyo malestar junta las voluntades refractarias en un movimiento de oposición frontal. Se funda el Partido Liberal y aparece el periódico “El Venezolano” en 1840. El Gral. José Antonio Páez es la cabeza del sector oficial y el Lic. Antonio Leocadio Guzmán se convierte en el jefe opositor. Desde la fundación del partido Liberal, Ezequiel Zamora se convierte en dirigente regional y en lector asiduo del periódico opositor. La gente le sigue y le escucha, aunque su discurso es un tanto distinto al de los voceros liberales. Su lenguaje es más llano y agrega sus ideas sobre la injusticia predominante, la mala distribución de la tierra y la explotación del pueblo por los “godos”. Los campesinos que en esa zona sienten los problemas de la tierra y el latifundio, ven en Zamora a un nuevo líder. En el año 1843 se profundiza la crisis económica. Para las elecciones de 1846, Zamora, jefe del liberalismo en la región,  se presenta como candidato a elector por el Cantón de Villa de Cura, pero su nominación es objetada por procedimientos que él y sus partidarios tildan de ilegales.

Un episodio marcará su destino. La situación nacional sigue extremadamente tensa. El Gral. Páez y el Lic. Antonio Leocadio Guzmán pautan una entrevista en la ciudad de La Victoria. Guzmán nombre entre su comitiva a Ezequiel Zamora. La reunión no se llega a realizar debido a alzamientos espontáneos de campesinos en la región central. Zamora llama inmediatamente a “hacer la guerra a los godos”, en beneficio de los pobres.  Páez fue nombrado comandante del Ejército. Zamora se levanta en armas en la población de Guamdra, el 7 de septiembre de 1846, en lo que se llamó la Revolución Popular. Poco a poco los jefes locales comienzan a reconocer su jefatura y comienzan a llamar a Zamora “el General del Pueblo Soberano”. Con un ejército de campesinos, con jefes campesinos, analfabetas, Zamora comienza a combatir en defensa de los desposeídos. 


Después de varias acciones bélicas, es capturado el 26 de marzo de 1847 y puesto a disposición del  Juez de Primera Instancia, en Villa de Cura. Cuatro meses después un tribunal lo condena a muerte, pero logra fugarse de la cárcel. Luego, el Presidente Gral. José Tadeo Monagas le conmuta la pena de muerte y lo coloca a su servicio en el batallón de Villa de Cura. Poco a poco inicia su carrera militar, ya en forma oficial. En 1848-1849 combate fuertemente el alzamiento del Gral. José Antonio Páez, en las localidades de Barinas, Quisiro, Cabimas y San Carlos, demostrando su valor y talento militar. Posteriormente ocupó las guarniciones de Maracaibo, Ciudad Bolívar, Barcelona y Cumaná. En 1854 es ascendido al grado de General de Brigada y dos años después se casa con Estafanía Falcón, viuda de un propietario extranjero y hermana del General Juan Crisóstomo Falcón. Zamora se retira del servicio activo y se dedica a las labores en la finca de su esposa, en la provincia de Coro.

Al estallido de la Revolución de Marzo en 1858, retorna a la vida pública siendo perseguido, al igual que los otros jefes liberales. Es condenado al exilio. En Curazao fomenta clubes subversivos  y establece contacto con otros sectores subversivos de occidente, mientras su cuñado, el Gral. Falcón, también expulsado del país, hace lo mismo en Saint Thomas, siendo reconocido como Jefe de la próxima revolución. Al estallido de la Revolución Federal en Coro, el 20 de febrero de 1859, Ezequiel Zamora, inconsultamente, invade el país por la Vela de Coro el 23 de febrero, denominándose Jefe de Operaciones. Hace que Coro se constituya en Estado federal y comienza una campaña exitoso que va adquiriendo adeptos a lo largo de todas las regiones por él tomadas en combate: El Palito, San Felipe, Yaritagua, Cabudare, mientras los jefes militares del gobierno lo persiguen, pero sin presentarle batalla formal. Sigue su marcha hacia Portuguesa y luego captura Guanare. En todas las capitales de provincia promueve la formación de Estados. Unidas sus fuerzas con las del Gral. Juan Crisóstomo Falcón, quien había desembarcado en el mes de julio de 1859,el 10 de diciembre de 1859 obtiene un rotundo éxito en la Batalla de Santa Inés donde destroza al ejército del gobierno, al mando del Gral. Pedro Ramos. Después de esta batalla, el “Valiente Ciudadano” (otro título concedido a Zamora), toma rumbo hacia el centro del país. Sus planes eran llegar hasta Caracas y conmemorar el primer aniversario de la revolución con el triunfo total. A su paso por San Carlos, en el combate escenificado en dicha población el 10 de enero de 1960, recibe un balazo en la cabeza que le produce la muerte. Su muerte cambia totalmente el curso de los acontecimientos. Zamora era el estratega, el hombre pensante. 


La Guerra Federal continuaría por cuatro años más, en una serie de fracasos y triunfos posteriores. Pero, queda la pregunta: ¿Quién mató a Zamora?. Han surgido muchas conjeturas. La única versión oficial que existe fue la que dió el entonces coronel Antonio Guzmán Blanco, quien se encontraba a su lado, además del Gral. Pablo Piña. Todas las conjeturas, desde la conspiración, el asesinato, una bala perdida, etc. no pasan ningún análisis concreto. El cadáver fue enterrado en secreto por la madrugada y se mantuvo un silencio absoluto para evitar que la tropa se desmoralizara.













Los posibles restos del Gral. Ezequiel Zamora reposan en el Panteón Nacional desde 1872

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