155 AÑOS DE LA SIEMBRA DEL GENERAL DEL PUEBLO SOBERANO EZEQUIEL ZAMORA
Dentro de la memoria del pueblo venezolano siempre
se ha recordado a Ezequiel Zamora, quien queda en la historia como un gran
revolucionario, valiente y con mucho ímpetu. Zamora simboliza, como ningún otro
prócer de nuestro país, la igualdad social y la insurrección armada para lograr
esa igualdad, esa justicia entre todos los venezolanos. Ezequiel Zamora, es el
gran líder y caudillo que impulsó la democracia de nuestro país y el trato
justo hacia toda la clase humilde y campesina del pueblo venezolano.
El caso del General Ezequiel Zamora es muy
emblemático. Hay que verlos desde dos aspectos diametralmente opuestos: primero
como luchador social y luego como militar en acción. Nace Zamora en Cúa, Edo.
Miranda, el 1ro de febrero de 1817. Era hijo de Alejandro Zamora y de Paula
Correa. Recibe rudimentaria instrucción en una zona rural, aún convulsionada
por los estragos de la guerra de independencia. Los estudios primarios los
finaliza en Caracas y al lado de su cuñado, el alsaciano Juan Caspers, se
entera sobre la situación política en Europa, lo cual en cierta forma, marcarán
su destino futuro. Es el abogado José Manuel García, vinculado a su familia,
quien le inculca conocimientos sobre filosofía, historia universal, fundamentos
de derecho romano y los principios de igualdad y de la necesidad de
implantarlos en Venezuela. Pronto, Zamora se establece en Villa de Cura,
Aragua, y funda una tienda de víveres. El éxito le acompaña y expande su
comercio en lo relativo al menudeo de reses, caballos y productos agrícolas, en
las localidades de Cúa, San Francisco, San Juan, San José, El Pao, Calabozo y
el Apure.
La situación política del país es alarmante. Hay
enfrentamientos entre los descontentos y el gobierno, cuyo malestar junta las
voluntades refractarias en un movimiento de oposición frontal. Se funda el
Partido Liberal y aparece el periódico “El Venezolano” en 1840. El Gral. José
Antonio Páez es la cabeza del sector oficial y el Lic. Antonio Leocadio Guzmán
se convierte en el jefe opositor. Desde la fundación del partido Liberal,
Ezequiel Zamora se convierte en dirigente regional y en lector asiduo del
periódico opositor. La gente le sigue y le escucha, aunque su discurso es un
tanto distinto al de los voceros liberales. Su lenguaje es más llano y agrega
sus ideas sobre la injusticia predominante, la mala distribución de la tierra y
la explotación del pueblo por los “godos”. Los campesinos que en esa zona
sienten los problemas de la tierra y el latifundio, ven en Zamora a un nuevo
líder. En el año 1843 se profundiza la crisis económica. Para las elecciones de
1846, Zamora, jefe del liberalismo en la región, se presenta como
candidato a elector por el Cantón de Villa de Cura, pero su nominación es
objetada por procedimientos que él y sus partidarios tildan de ilegales.
Un episodio marcará su destino. La situación
nacional sigue extremadamente tensa. El Gral. Páez y el Lic. Antonio Leocadio
Guzmán pautan una entrevista en la ciudad de La Victoria. Guzmán nombre entre
su comitiva a Ezequiel Zamora. La reunión no se llega a realizar debido a
alzamientos espontáneos de campesinos en la región central. Zamora llama
inmediatamente a “hacer la guerra a los godos”, en beneficio de los pobres.
Páez fue nombrado comandante del Ejército. Zamora se levanta en armas en
la población de Guamdra, el 7 de septiembre de 1846, en lo que se llamó la
Revolución Popular. Poco a poco los jefes locales comienzan a reconocer su
jefatura y comienzan a llamar a Zamora “el General del Pueblo Soberano”. Con un
ejército de campesinos, con jefes campesinos, analfabetas, Zamora comienza a
combatir en defensa de los desposeídos.
Después de varias acciones bélicas, es capturado el
26 de marzo de 1847 y puesto a disposición del Juez de Primera Instancia,
en Villa de Cura. Cuatro meses después un tribunal lo condena a muerte, pero
logra fugarse de la cárcel. Luego, el Presidente Gral. José Tadeo Monagas le
conmuta la pena de muerte y lo coloca a su servicio en el batallón de Villa de
Cura. Poco a poco inicia su carrera militar, ya en forma oficial. En 1848-1849
combate fuertemente el alzamiento del Gral. José Antonio Páez, en las
localidades de Barinas, Quisiro, Cabimas y San Carlos, demostrando su valor y
talento militar. Posteriormente ocupó las guarniciones de Maracaibo, Ciudad
Bolívar, Barcelona y Cumaná. En 1854 es ascendido al grado de General de
Brigada y dos años después se casa con Estafanía Falcón, viuda de un
propietario extranjero y hermana del General Juan Crisóstomo Falcón. Zamora se retira
del servicio activo y se dedica a las labores en la finca de su esposa, en la
provincia de Coro.
Al estallido de la Revolución de Marzo en 1858,
retorna a la vida pública siendo perseguido, al igual que los otros jefes
liberales. Es condenado al exilio. En Curazao fomenta clubes subversivos
y establece contacto con otros sectores subversivos de occidente, mientras su
cuñado, el Gral. Falcón, también expulsado del país, hace lo mismo en Saint
Thomas, siendo reconocido como Jefe de la próxima revolución. Al estallido de
la Revolución Federal en Coro, el 20 de febrero de 1859, Ezequiel Zamora,
inconsultamente, invade el país por la Vela de Coro el 23 de febrero,
denominándose Jefe de Operaciones. Hace que Coro se constituya en Estado
federal y comienza una campaña exitoso que va adquiriendo adeptos a lo largo de
todas las regiones por él tomadas en combate: El Palito, San Felipe, Yaritagua,
Cabudare, mientras los jefes militares del gobierno lo persiguen, pero sin
presentarle batalla formal. Sigue su marcha hacia Portuguesa y luego captura
Guanare. En todas las capitales de provincia promueve la formación de Estados.
Unidas sus fuerzas con las del Gral. Juan Crisóstomo Falcón, quien había
desembarcado en el mes de julio de 1859,el 10 de diciembre de 1859 obtiene un
rotundo éxito en la Batalla de Santa Inés donde destroza al ejército del
gobierno, al mando del Gral. Pedro Ramos. Después de esta batalla, el “Valiente
Ciudadano” (otro título concedido a Zamora), toma rumbo hacia el centro del
país. Sus planes eran llegar hasta Caracas y conmemorar el primer aniversario
de la revolución con el triunfo total. A su paso por San Carlos, en el combate
escenificado en dicha población el 10 de enero de 1960, recibe un balazo en la
cabeza que le produce la muerte. Su muerte cambia totalmente el curso de los
acontecimientos. Zamora era el estratega, el hombre pensante.
La Guerra Federal continuaría por cuatro años más,
en una serie de fracasos y triunfos posteriores. Pero, queda la pregunta:
¿Quién mató a Zamora?. Han surgido muchas conjeturas. La única versión oficial
que existe fue la que dió el entonces coronel Antonio Guzmán Blanco, quien se
encontraba a su lado, además del Gral. Pablo Piña. Todas las conjeturas, desde
la conspiración, el asesinato, una bala perdida, etc. no pasan ningún análisis
concreto. El cadáver fue enterrado en secreto por la madrugada y se mantuvo un
silencio absoluto para evitar que la tropa se desmoralizara.
Los posibles restos del Gral.
Ezequiel Zamora reposan en el Panteón Nacional desde 1872
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